Las fotos antiguas son un documento de primera mano a la hora de iniciar tu historia familiar. Las primeras fotos aparecen a finales del siglo XIX. Esta concretamente se remonta a los años 30-40. En el reverso de muchas fotos aparecían dedicatorias, nombres y apellidos de los fotografiados, año y lugar en la que se hizo, etc... Normalmente se hacían muy pocas fotografías en la vida de una persona, en ocasiones muy especiales, y generalmente se llevaban a cabo dentro de un estudio, con un escenario artificial al fondo como el que vemos en esta última.