Alonso Crespillo,
de
cuerpo pequeño, blanco, rubio y de pocas barbas, como de 23 años, hijo de Cristóbal Rivera Matías, y de Marina Crespillo, vecinos de Pruna, en 1743, en la calle que dicen de la entrada de Ronda, el cual se vio envuelto en un problema con la justicia a causa de lo sucedido en el donadío de Vallehermoso.
Estando una cuadrilla de segadores trabajando en una faja de trigo en el donadío de Vallehermoso, en la villa de Olvera, en los sembrados de Joseph Rodríguez, guarda de dicho donadío, se produjo una pelea en la que intervinieron Diego de Porras, Arcadio Muñoz, Francisco y Joseph
Sánchez, Diego de Dios, Sebastián Barroso Cascajo, Antonio y
Pedro de Vera, Alonso Crespillo, Francisco Lorenzo, Jacinto y Francisco Navarro, Bartolomé
Palacios, Antonio y Andrés Madrigal, y Pedro del Valle, el moro,
vecinos todos de esta dicha villa por las heridas que dieron a Juan
de Dios y Diego, su hijo.
El motivo fue el inicio de una porfía entre el hijo de Juan de Dios, Diego de Dios, y Alonso Crespillo junto con Joseph de Vera, que también estaba segando.
La discusión parece que surge sobre el modo de hacer una gavilla, y habiendo Diego acabado
de hacer la suya, saltó de su tajo al otro para cerrar una nueva y ponerla encima, y le dijo el expresado Alonso Crespillo que
"para que ponía aquella porquería" y el dicho Diego de Dios
respondiole "qué modo de hablar tenía", se fue hacia él y a ese
tiempo cargaron todos sobre el citado Diego, con las hoces
levantadas y el padre de éste, Juan de Dios, se encaminó desde el sitio donde estaba
segando a donde estaban los otros para defenderlo, y el dicho Joseph
Sánchez, le tiró con la hoz y le hizo la herida que se le ha
reconocido en el dedo de la mano, y al mismo tiempo agarró Joseph de Vera a Juan de Dios, diciéndole que se detuviera, y conforme lo
tenía agarrado llegó el mencionado Alonso Crespillo y le sacó al
dicho Vera el cuchillo que traía en la cinta y con él le tizó por
detrás a Juan de Dios, y le hizo la herida que padece en el hombro, mientras,
los demás segadores referidos estaban con su hijo y el padre,
viéndose libre fue a defenderlo, y luego que lo vieron derramando
porción de sangre echaron todos a correr, encaminándose hacia esta villa
donde Juan de Dios vino con el referido Diego de Dios quien asimismo
viene algo herido.
El 4 de julio de 1743 las autoridades municipales buscaron a los culpables de tal delito. Alonso Crespillo huyó. Su madre, Marina Crespillo, declaró que desde el día 3 que salió a segar no ha sabido nada más de él, y que desconoce su paradero. Se dio la correspondiente orden para que se le prendiera y metiera en la cárcel pública de la villa.